La CNIL da luz verde a un concierto experimental en París tras una solicitud de autorización, dado al tratamiento de datos de categoría sensible.
A medida que los gobiernos de todo el mundo centran sus esfuerzos en reabrir e impulsar las economías afectadas por la pandemia del COVID-19, se están también intentando retomar la celebración de eventos masivos, algo que se ha prohibido en muchos países desde el inicio de la crisis sanitaria. El mes pasado publicamos la opinión de la CNIL sobre el uso de los pasaportes COVID para la admisión a eventos masivos. La autoridad de control abordó así los aspectos de privacidad y protección de datos que serían necesarios para que esta actividad se retome de manera funcional. Debido al gran volumen de datos personales que se tratarían, se solicitó autorización a la CNIL para la celebración del concierto, y estudiar de este modo el riesgo de propagación del COVID-19. La CNIL ha mostrado su total apoyo a la realización de este proyecto con fines de investigación, y ha reiterado la importancia de asegurar complimiento con el RGPD y la normativa nacional de protección de datos.
Este concierto experimental es parte de un ensayo clínico que estudia el riesgo de infección por COVID-19 en multitudes.
El ensayo clínico consiste en dos grupos de personas, un grupo experimental de 5000 componentes que asistió al concierto y otro, denominado grupo de control y compuesto por 2500 participantes, que no lo hizo. El objetivo del estudio es analizar la transmisión del COVID-19 en una reunión a gran escala o en un evento de multitudes en una habitación cerrada, con la aplicación de los protocolos de salud. El concierto, que estaba programado para el 29 de mayo, se considera el primer intento de recuperar los conciertos con público de pie en Francia. Se han llevado a cabo experimentos similares en otros países europeos como España, y se espera que estas pruebas aporten información sobre cómo de seguro es reintroducir los eventos masivos en el día a día de una sociedad tras la pandemia.
Dado el volumen de datos personales tratados para el desarrollo de este ensayo clínico, se solicitó autorización a la CNIL.
La investigación llevada a cabo por el promotor del concierto experimental implicaba el tratamiento de datos personales de categoría especial de un gran número de sujetos. Durante el estudio, los participantes tuvieron que realizarse numerosas pruebas COVID-19, cuyos resultados se almacenaron de forma centralizada. Asimismo se les concedió la opción de presentar una prueba reciente de resultado negativo, bien de forma online o física. Además, los componentes del grupo experimental fueron grabados durante el proceso, mediante cámaras inteligentes, en un esfuerzo de evaluar las circunstancias bajo las cuales los asistentes a estos eventos son menos propensos a respetar la normativa sobre las mascarillas. Para ello, se informó a cada participante individualmente sobre la manera en la que se iba a realizar el estudio, y se recogió su consentimiento por escrito de manera previa, con la confirmación de que éste era libre, específico e informado. Se les solicitó consentimiento para participar en la investigación en general y también para ser grabados. A su vez, el mismo podía ser retirado en cualquier momento sin justificación.
La CNIL apoyó completamente la iniciativa, y concedió la autorización el mismo día en que recibió la solicitud.
La CNIL, en consideración de los retos a los que se han enfrentado los profesionales del entretenimiento en Francia durante la pandemia, ha otorgado su completo apoyo a este concierto experimental. La autoridad de control destacó la importancia de cumplimiento con el RGPD y el resto de la normativa de protección de datos, al igual que el hecho de otorgar garantías para la protección de los derechos y libertades individuales. Este concierto es tan sólo uno de los tantos proyectos de investigación que se han beneficiado del apoyo técnico y legal por parte de la CNIL durante la crisis sanitaria. Muchos de ellos se han autorizado en menos de dos días a fin de cumplir con los límites de tiempo establecidos, con un total de 117 autorizaciones de investigación médica emitidas por la CNIL durante la pandemia del COVID-19.