Entra en vigor la Ley de Datos, implementando nuevas normas para una economía de datos justa e innovadora.
La reciente entrada en vigor de la Ley de Datos ha marcado un hito para reforzar las medidas de protección de datos en la Unión Europea. Esta normativa busca establecer un marco que asegure una economía de datos justa e innovadora y a la vez proteja los derechos de privacidad de los individuos y promueva un uso responsable de los datos por parte de las organizaciones. La Ley de Datos será aplicable dentro de 20 meses, el 12 de septiembre de 2025 e impactará las operaciones de las empresas, especialmente aquellas que se basen en datos. La Ley no sólo destaca la importancia de proteger a las empresas de términos contractuales desleales, sino que también promueve la competencia e impulsa a las organizaciones más pequeñas a participar en el mercado de datos.
La Ley de Datos asegura que las empresas estén protegidas de términos contractuales desleales en los contratos, impulsando a las pequeñas organizaciones a contribuir al mercado de datos y potenciando el crecimiento económico a través de estándares interoperables.
Los datos en manos del sector privado juegan un papel fundamental para permitir una respuesta y una toma de decisiones eficientes durante emergencias públicas. De esta manera, es necesario proteger a las empresas de términos contractuales desleales. Al asegurar una competencia justa, esta protección posibilita que pequeñas empresas contribuyan de forma activa al mercado de datos, impulsando la innovación y el crecimiento económico. En línea con la estrategia de estandarización de la UE, los estándares de interoperabilidad para la cesión de datos y servicios de tratamiento de datos es un componente principal de la Ley de Datos. Esta medida facilita un intercambio de datos fluido y mejora la productividad general al tiempo que fomenta los esfuerzos de colaboración e innovación dentro del ecosistema de datos.
La Ley de Datos promueve la competencia, reduce los gastos, garantiza la seguridad y la privacidad y permite un cambio sencillo entre proveedores de la nube.
Al reconocer la necesidad de flexibilidad, la Ley de Datos proporciona facilidad para que los clientes cambios de proveedores en la nube. Esta medida promueve una competencia saludable entre las distintas empresas. En consecuencia, las empresas y las instituciones pueden reducir sus costes y ganar libertad para utilizar diversos servicios de datos. La Ley de Datos también reconoce la importancia de la privacidad y la seguridad, en concreto en lo que concierne a los datos no personales. Al implementar medidas de seguridad frente a solicitudes ilegítimas por parte de terceros países, se garantiza un clima fiable de tratamiento de datos. Estas medidas mantienen así la confianza de los sujetos y las empresas en el ecosistema de datos y facilitan la fluidez de las operaciones incluso durante emergencias públicas.
La entrada en vigor de la Ley de Datos se trata de un desarrollo fundamental en lo que respecta a la gobernanza de datos al abordar diversos aspectos clave. La protección frente a términos contractuales desleales, la prevención de bloqueo de proveedores, las garantías contra solicitudes ilegítimas y la promoción de los estándares de interoperabilidad contribuirá a un entorno propicio para la innovación y el crecimiento económico basado en datos.
